Hay que reconocer que hay debilidad institucional en la procuración de justicia, pero esto no debe sustituirse por pretendernos hacer justicia por propia mano, sostuvo Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional De Los Derechos Humanos (CNDH).
“No, razones no. Sí hay que condenar la debilidad institucional de que no haya sistemas de procuración de justicia, que no haya fiscalías autónomas, las 13 fiscalías que hay en las entidades federativas autónomas nada más cambiaron de membrete, hay una debilidad institucional, pero ninguna circunstancia puede propiciar que se comentan ese tipo de barbaries; porque son barbaries”, pronunció.
Luego de participar este viernes en la ceremonia de inauguración de la segunda asamblea plenaria 2018 de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos (CONATRIB), el Ombudsman nacional reiteró su condena contra el hacer justicia por propia mano, al referir que es barbarie y hay que sancionar a quienes incitan e impulsan este tipo de soluciones.
Ello, ante las muertes en manos de comunidades de Puebla de al menos cuatro personas que se registraron esta semana y en donde fueron acusadas presuntamente por robar menores de edad.
RECOMENDACIÓN AL ESTADO DE PUEBLA
La CNDH emitió una Recomendación al estado de Puebla y próximamente darán un informe completo sobre lo que está aconteciendo en el tema de los linchamientos “que no son otra cosa más que aplicar pretendida justicia, porque no es justicia por propia mano; eso no es justicia, ésa es barbarie y hay que sancionar a quienes incitan e impulsan este tipo de soluciones. Pero también hay que corregir las debilidades institucionales”.
Puntualizó que la desesperación de las personas no puede llevar al extremo de hacer justicia por propia mano, porque existe el riesgo de caer en un estado selvático, en donde lo que impere es quién puede más.
“Tenemos que darle a la sociedad, a esa sociedad indignada porque no hay procuración de justicia, respuesta fortaleciendo a las instituciones, pero tenemos que dar garantías a la ciudadanía de que mañana ninguno de nosotros puede ser confundido en una justicia malamente llamada justicia de propia mano”.